RECETA DE UNGÜENTO DE ALBAHACA : REMEDIO PARA PICADURAS DE MOSQUITOS
Hoy os traigo la receta de un ungüento muy sencillo de elaborar, para el que sólo hacen falta 3 ingredientes: Aceite de Oliva Virgen extra de alta calidad, hojas frescas de Albahaca genovesa o de hoja ancha ( Ocimum basilicum ) y cera vegetal o cera de abeja.
La Albahaca es un auténtico regalo de la naturaleza, es una planta aromática muy conocida, sin embargo sus virtudes medicinales son bastante ignoradas por la mayoría.
Su nombre científico viene a significar algo así como "olor de reyes" pues en la antigüedad dicen que se usaba para elaborar pomadas para la realeza.
La albahaca acompaña a nuestro organismo actuando sobre nuestro sistema digestivo: es carminativa y calmante, también nos ayuda a aliviar nauseas y vómitos.
Posee efectos sobre nuestro sistema nervioso: es levemente sedante y puede ayudarnos con los estados de irritabilidad nerviosa, ansiedad, insomnio...
También nos ayuda con la hipertensión en infusiones o añadiéndola a nuestra alimentación.
Mejora la circulación sanguínea pues posee un principio activo anticoagulante.
Tiene propiedades antibacterianas y el jugo de sus hojas frescas es un buen remedio para las picaduras de insectos.
Contiene antioxidantes muy beneficiosos para nuestro organismo y hay estudios que indican sus beneficios en la inhibición de tumores y en el daño cerebral provocado por alzheimer.
Estimula la producción de leche durante la lactancia materna ( consumida en forma de infusiones).
Es una planta segura sin contraindicaciones conocidas, pero su aceite esencial está contraindicado durante el embarazo y la lactancia.
Vamos con la receta :)
1. Debemos cosechar hojas frescas (y flores idealmente) de Ocimum basilicum y dejarlas serenar al menos 12 horas para que pierdan parte de la humedad.
El resultado jamás será semejante ni parecido si usamos albahaca seca.
Queda dicho :)
2. Ahora debemos elaborar un oleomacerado u oleato de Albahaca:
Voy explicaros el método más antiguo, tradicional y fácil para elaborar un aceite a partir de plantas: la maceración por infusión solar.
Hay otros métodos más rápidos y más complejos, y también más aconsejables para otras partes de las plantas...
Para flores y hojas este es el método que yo uso siempre pues es el que más respeta los tiempos necesarios que los bioactivos necesitan para ser liberados por la planta y conserva casi intactas todas las propiedades medicinales que tanto nos interesan.
En un tarro de cristal , previamente limpio y esterilizado, ponemos picaditas con las manos ( o con un cuchillo) las hojas y cubrimos completamente con aceite de oliva, idealmente aceite de oliva ecológico de primera presión en frío ( sino usad el mejor AOVE al que tengáis acceso).
El aceite debe cubrir completamente las plantas y rebasarlas al menos 1 cm.
Cerrad bien y colocar el tarro en una ventana, idealmente en el alféizar, para que se infusione al sol: el calor del sol y el contraste de temperatura de las noches va a hacer que la planta se contraiga y libere sus bioactivos y moléculas al solvente que, en este caso, es el aceite.
Cada día o cada dos o tres días debemos agitar enérgicamente el bote, de manera que la energía atómica concentrada circule y se libere, pues no debe quedar depositada y estancada en el fondo del bote.
El aceite debe macerar durante al menos 40 días y 40 noches, si pasado este tiempo el color de nuestro aceite cambio y al abrir el bote huele mucho a albahaca, nuestro aceite esta listo!
El color y el olor son señales inequívocas de la presencia de los bioactivos en el solvente.
Este aceite ya es válido para su uso como remedio para picaduras de insectos y también podemos usarlo para aliñar nuestros platos en la cocina, está delicioso además de ser sano y antioxidante!
Tenemos ahora un poderoso aceite medicinal que puede ser consumido como alimento y también usado por vía tópica como remedio.
3. Ahora con este aceite como base, vamos a elaborar nuestro ungüento de albahaca.
Primero debemos decidir qué cera usaremos: elegir una cera vegetal ( cera candelilla, cera de arroz, cera de bayas, cera de soja... cada una tiene su punto de fusión y sus propias propiedades y características) o bien una cera de abeja.
La proporción de cera a usar depende de la cera que vayáis a usar y de la consistencia que queráis que tenga vuestro remedio, en general varía del 10 al 20% de cera, es decir,
su usáis 100 gr de aceite la proporción de cera a usar irá de 10 a 20 gr.
Os recomiendo empezar por la menor cantidad de cera, hacer el proceso y comprobar la consistencia una vez la mezcla esté integrada probando en la piel de una mano, siempre podréis añadir más cera si queréis una consistencia más dura, al contrario deberíais añadir más aceite.
Si la cera está en bloque lo mejor es rallarla o picarla para que así se derrita más rápido.
Primero debemos derretir la cera en un recipiente al baño maría ( a fuego bajo sin dejar que el agua hierva ), una vez la cera esté derretida añadimos el aceite y removemos para que todo se funda y se integre.
Una vez nuestra mezcla esté bien fundida e integrada, la pasamos a tarros de cristal previamente limpios y esterilizados, y dejamos enfriar y reposar.
Y ya estaría listo!
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